Por Colombia en nov 10, 2010
Un breve curso de los principios científicos, le permite a una persona entender mejor el mundo y su relación con el. Sólo podemos experimentar el mundo con nuestros receptores y el grado de precisión lingüística que nuestra cultura nos ofrece. Nadie puede ver algo con la certeza que lo percibe como realmente es. Si un ratón pudiera hablar, describiría a un perro como una criatura enorme, pero una jirafa diría que es una criatura pequeña desde su punto de vista. Ambos están diciendo la “verdad” como la ven, pero sólo desde su propio punto de vista.
Preguntas como “¿Cuál es el significado de la vida?”, ”¿Qué son la consciencia y la mente?”, “¿Por qué estoy aquí?”, “¿Cuál es mi relación con Dios y el universo?”. Estas preguntas han sido formuladas por siglos. Pero son irrelevantes para lograr el progreso social. Estas son preguntas sin respuesta porque no tienen referentes en el mundo real. El planteamiento de preguntas tan ambiguas, no expresa preocupación por los demás seres humanos, o el deseo de elevar su condición. Estas reflexiones son incomprensibles en términos de sentido práctico, y tan impotentes como lamentarse junto a una persona lesionada, en lugar de buscarle atención médica.
Fresco, The Best That Money Can’t Buy (2002), p. 18-19.
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