jueves, 30 de diciembre de 2010

Diferencias en cómo hombres y mujeres leen el lenguaje no verbal

El lenguaje no verbal lo usamos cuando nos comunicamos con alguien, al tiempo que hablamos, o a veces incluso sin hablar, estamos comunicando con los movimientos de las manos, del cuerpo, las expresiones del rostro, etc.

En PsyBlog nos dan la idea de un buen ejercicio para probar nuestras habilidades para leer el lenguaje no verbal de las personas. Enciendan el canal en alguno de esos reality TV, el Gran Hermano o parecidos. Quítenle el sonido, y ahora traten de interpretar qué está sucediendo con sólo observar la actitud de las personas. Quién oculta algo, si alguien gusta de otro, si alguno tiene miedo, está nervioso, etc.

Según los psicólogos las mujeres son mejores que los hombres para interpretar el lenguaje no verbal, lo que delata nuestro comportamiento. Pero un nuevo estudio dice que la facilidad para leer a otros tiene más que ver con metas interpersonales.

En esta investigación se les dio a los participantes una tarea de “percepción interpersonal”. Los hicieron ver videos en los que se veía gente con comportamientos naturales en diferentes escenarios: situaciones de competición, engaño, amistad, estatus y relaciones íntimas. En cada video que veían los participantes tenían que tratar de averiguar qué estaba sucediendo. Por ejemplo, en la situación de engaño debían descubrir quién era el que estaba mintiendo. Cada respuesta era comparada con lo que realmente estaba ocurriendo.

Los participantes fueron divididos en tres grupos, pero todos vieron los mismos videos.

Antes de que vieran los videos, a uno de los grupos se le dijo que el experimento estaba diseñado para descubrir si los potenciales candidatos a un trabajo serían buenos trabajadores sociales. Con esto, los investigadores intentaban indicar a los participantes que pensaran que las mujeres, estereotípicamente, eran mejores para ese trabajo que los hombres.

Al segundo grupo se les dijo que la investigación era para descubrir potenciales interrogadores. Esto fue para activar el estereotipo de que los hombres serían mejores que las mujeres en este caso.

Y finalmente al grupo control, el tercero, no se les dio información sobre el contexto del experimento.

Los resultados mostraron que la gente interpretaba peor cuando se encontraban en la condición que era incongruente con las expectativas estereotípicas de su sexo. Así que cuando a las mujeres se les decía que era un test para interrogadores, no lo hacían tan bien como cuando no se les decía nada. Y lo mismo sucedía con los hombres, que interpretaban peor cuando se les dijo que el test era para trabajadoras sociales.

Entonces los investigadores concluyeron que las expectativas de género sexual tienden a reducir la calidad de interpretación del lenguaje no verbal, más que mejorarlo. Y que lo principal no es de qué género sea quien interpreta sino el contexto, y el poder que tienen los estereotipos que son capaces de afectar nuestra percepción del otro.

Referencias

Horgan, T., & Smith, J. (2006). Interpersonal Reasons for Interpersonal Perceptions: Gender-incongruent Purpose Goals and Nonverbal Judgment Accuracy. Journal of Nonverbal Behavior, 30(3), 127-140.

Nuestro cerebro está diseñado para premiar el aprendizaje para que sea un placer

Aprender puede y debe ser divertido. Esto no es sólo desde una posición moral, sino desde una científica también. Ya que cuando uno aprende algo nuevo, o se sorprende por algo, hay una especie de inyección en el cerebro de un mensajero químico llamado dopamina. Esta ya es famosa entre los neurocientíficos por estar involucrada en el sistema de recompensa y motivación del cerebro.



Una de las razones de que las drogas adictivas sean adictivas es porque penetran en el circuito de recompensa en el que la dopamina está involucrada. Tal vez la droga más adictiva, la cocaína, incrementa la cantidad de dopamina trabajando en el cerebro.

Cuando uno aprende algo, se dispara dopamina al cerebro. La razón de que el aprender y las drogas adictivas estén vinculadas es que nuestro cerebro ha evolucionado para que busque el aprendizaje, y por ende que lo encontremos divertido.

El problema con los sistemas educativos de hoy en día es que no se centran en lo nuevo, en la sorpresa, que es lo que el cerebro está acostumbrado evolutivamente a premiar con dopamina. Sino que los sistemas se centran en lo que está bien y lo que está mal, y se castiga a quien se equivoca, por lo que es todo tan estructurado que el aprendizaje deja de ser divertido.

Mucha gente se siente presionada por ser correctos, por hacerlo bien, entonces se pierden de la diversión que hay detrás de aprender algo nuevo. No es culpa tanto de la gente en sí, sino del sistema educativo.